RON BALLY - Añada 1950 - 45%
La Casa J. Bally se distingue como un pilar histórico del ron agrícola de Martinica, verdadero símbolo de una edad de oro donde la exigencia, el terruño y el dominio del tiempo eran garantes de un producto excepcional. Fundada por Jacques Bally a principios del siglo XX, la casa construyó rápidamente su reputación inspirándose en las grandes tradiciones francesas de las aguardientes, trabajando únicamente con jugos frescos de caña de azúcar y prestando una atención meticulosa a la crianza en barricas. La identidad Bally se reconoce inmediatamente gracias a sus famosas botellas triangulares, lanzadas en los años 1920, que se han convertido en objetos de colección imprescindibles para los apasionados de los espirituosos en todo el mundo. Las añadas antiguas de Bally representan un patrimonio invaluable, ilustrando un saber hacer raro y precioso, marca de un arte hoy desaparecido. Cada botella conserva la memoria de una época, enriqueciendo así el patrimonio del ron agrícola.
El Ron Bally Añada 1950 se impone como una pieza de colección excepcional, procedente de un año mítico hoy casi imposible de encontrar en el mercado mundial. Elaborado a partir de jugo puro de caña recién prensado y envejecido durante largos años en barricas de roble según las prácticas tradicionales, esta añada exalta la filosofía original de Bally: paciencia, profundidad y elegancia. Embotellado al 45%, encarna un equilibrio raro entre intensidad, refinamiento y complejidad, típico de las grandes cosechas antiguas de la casa martiniqueña. Aunque la duración exacta de la crianza y la naturaleza precisa de las barricas no están documentadas, sería erróneo especular al respecto; lo que prima es la noción de reliquia patrimonial, valiosa tanto por su rareza como por su excelencia organoléptica.
En la degustación, esta añada refinada ofrece una expresión aromática magnificada por el tiempo. La nariz revela una paleta rica de maderas preciosas, cacao intenso, frutos secos (almendras, nueces), especias delicadas y caña madura, subrayadas por un rancio sutil, característico de los rones muy viejos de leyenda. En boca, el ataque es amplio, aterciopelado y armoniosamente fundido, ofreciendo una complejidad notable y una persistencia aromática inigualable. El final, de una longitud asombrosa, deja una huella cálida, profunda y noble que firma los más grandes espirituosos. Este Ron Bally 1950 está dirigido a los verdaderos coleccionistas, apasionados por la historia y los espirituosos raros, en busca de una experiencia de degustación excepcional o de una conservación patrimonial única. Una botella mítica, rarísima y portadora de emociones, para descubrir en el sitio de Clos des Spiritueux, su referencia para los rones antiguos y prestigiosos.