Château BOLAIRE 2016
El Château Bolaire ocupa un lugar singular en el paisaje bordelés gracias a una identidad rara: la de una finca que ha elegido valorizar una variedad olvidada, el petit verdot, para convertirla en la firma de su vino. Situado al sur del Médoc, a pocos kilómetros de Macau y Ludon, el viñedo prospera en suelos de gravas finas y arcillas profundas que proporcionan frescura, drenaje y maduración lenta. Desde hace varias décadas, el château se dedica a elaborar vinos que combinan concentración, elegancia y carácter gracias a un trabajo meticuloso en la viña y a un enfoque de vinificación medido. La añada 2016, entre las más logradas de la década, se beneficia de una climatología excepcional que ofrece maduraciones completas y taninos de gran finura. Château Bolaire 2016 se distingue así por su profundidad aromática, su estructura equilibrada y la personalidad única que le confiere su ensamblaje con una proporción muy alta de petit verdot.
Château Bolaire 2016 proviene de un ensamblaje atípico para Burdeos, dominado por aproximadamente 55% de Petit Verdot, complementado con 35% de Merlot y 10% de Cabernet Sauvignon, proporciones que varían ligeramente según las cuvées pero que permanecen fieles al espíritu de la finca. La vendimia, realizada con precisión, permite recolectar uvas perfectamente maduras, indispensables para sublimar una variedad naturalmente tardía y exigente como el petit verdot. La vinificación en tanques termorregulados busca preservar la frescura aromática y el color profundo del vino, mientras que la crianza en barricas de roble aporta estructura, especias y complejidad sin nunca aplastar la fruta. La añada 2016 resulta particularmente favorable para el petit verdot, que aquí expresa toda su riqueza floral, su intensidad tánica y su potencia controlada. El conjunto da lugar a un vino distintivo, elegante y perfectamente construido para la guarda.
En la cata, Château Bolaire 2016 revela un color púrpura profundo con reflejos violáceos. La nariz seduce con un bouquet expresivo de violeta, mora silvestre, grosella negra y cereza negra, enriquecido con notas de especias dulces, pimienta negra y un ligero toque de madera fundida. En boca, el ataque es amplio, estructurado, sostenido por taninos finos pero presentes, característicos del petit verdot maduro. El corazón de boca se abre a una fruta densa, una tensión salivante y una buena longitud sostenida por una acidez fresca. El final, largo y preciso, revela toques de regaliz, grafito y cacao, signo de la profundidad de la añada. Este 2016 acompaña idealmente un magret de pato asado, un entrecot a la parrilla, un civet de jabalí, un tajine con ciruelas o un queso de pasta dura bien curado.
Variedades: 55% Petit Verdot, 35% Merlot, 10% Cabernet Sauvignon.