Domaine Pouderoux - Maury Hors d'Age 2023
El Domaine Pouderoux, establecido desde hace seis generaciones en el pueblo de Maury, encarna una de las firmas más auténticas del Rosellón. Situado sobre suelos de esquistos negros típicos del valle del Agly, el dominio se ha impuesto como una referencia para los vinos dulces naturales gracias a un cultivo riguroso de la garnacha y una lectura fina de los terruños. Hoy dirigido por Louise Tanguy y Léo Hemmer, continúa un enfoque comprometido, certificado en agricultura biológica y luego en biodinámica, conservando el estilo profundo, elegante y generoso que le ha dado fama. La influencia de las laderas, la tramontana que seca el viñedo y las noches frescas que preservan la acidez contribuyen a moldear vinos de gran longevidad. El Maury Hors d’Âge representa la expresión más envejecida y atemporal del dominio, un vino construido sobre la memoria de las barricas y la lentitud del tiempo.
Domaine Pouderoux Maury Hors d’Âge 2023 no es una añada sino una cuvée de tradición, ensamblaje de vinos mutados y luego envejecidos durante mucho tiempo según el método solera. Los jugos provienen de garnacha negra cuidadosamente vendimiada, mutada en grano para preservar la fruta mientras se fija el azúcar natural. Luego se envejecen en viejos toneles y en pequeñas barricas, a veces centenarias, donde la oxidación lenta aporta esa firma tan particular de frutos secos, rancio delicado y notas especiadas. El ensamblaje final, enriquecido cada año con nuevos toques procedentes de la última añada mutada, extrae su complejidad de la superposición de edades y texturas. La cuvée 2023 así alimenta esta pirámide aromática aportando además una frescura adicional. El resultado es un Hors d’Âge a la vez profundo, matizado, suave y estructurado, donde la experiencia del dominio se expresa plenamente.
En la cata, este Maury Hors d’Âge revela un color caoba oscuro con reflejos teja, testimonio de su larga maduración. La nariz es intensa, mezclando nuez, higo seco, dátil, corteza de naranja confitada, cacao y un toque de café tostado que aporta una dimensión cálida. En boca, el ataque es amplio y envolvente, con una textura aterciopelada donde se superponen frutos secos, ciruela pasa, especias dulces, miel oscura y un toque de rancio noble. El equilibrio entre dulzura y frescura es notable, sostenido por taninos muy fundidos y una acidez discreta pero esencial que aligera la riqueza. El final es largo, profundo, ligeramente salino, marcado por el cacao, la nuez y un toque de caramelo tostado. Servido ligeramente frío, acompaña idealmente un fondant de chocolate negro, una tarta de cacao y frutos secos, un queso azul potente, un foie gras a la plancha o incluso un cigarro elegante para una degustación contemplativa.
Variedad: 100% Garnacha Negra.