Château LEOVILLE LAS CASES 2010
Château Léoville Las Cases es una de las propiedades más prestigiosas del Médoc, heredera de una historia secular que la convierte en uno de los pilares de Saint Julien. Situada en el famoso clos de l’Enclos, un terroir de gravas profundas mezcladas con arcillas que descansan sobre un lecho calcáreo, disfruta de un entorno excepcional en la orilla de la Gironda que modera los extremos climáticos. La propiedad, dirigida por la familia Delon, es reconocida por una rigurosidad absoluta tanto en el viñedo como en la bodega, con una búsqueda constante de pureza, densidad y precisión. Léoville Las Cases es a menudo considerado un « primer gran cru no clasificado » debido a que su nivel rivaliza regularmente con los más grandes. La añada 2010, una de las mejores de la década bordelesa, ofrece una expresión magistral de la propiedad, combinando potencia, intensidad tánica y brillo frutal en una armonía rara.
Château Léoville Las Cases 2010 proviene de un ensamblaje dominado ampliamente por el cabernet sauvignon, complementado con merlot y cabernet franc, cosechados manualmente en perfecta madurez. Las uvas se vinifican parcela por parcela para respetar fielmente la firma del Enclos, con extracciones largas y controladas que buscan capturar toda la profundidad de la añada. La crianza en barricas de roble francés, de las cuales una proporción importante es nueva, moldea un vino de gran arquitectura, amplio pero perfectamente cincelado. 2010 estuvo marcado por condiciones climáticas ideales: días soleados, noches frescas, baja pluviometría y maduración lenta que permitieron obtener taninos de una finura excepcional. El resultado es un vino de precisión notable, construido para una guarda muy larga, donde potencia, elegancia y mineralidad se encuentran en una expresión casi atemporal del cabernet de Saint Julien.
En la cata, Léoville Las Cases 2010 presenta un color granate muy oscuro, casi negro, que anuncia una concentración excepcional. La nariz se abre con un bouquet profundo de grosella negra, zarzamora silvestre, ciruela negra y violeta, enriquecido con notas de grafito, cedro, tabaco rubio y especias dulces. En boca, el ataque es recto y majestuoso, sostenido por una densidad tánica impresionante pero de una finura aterciopelada, revelando un corazón de boca rico, preciso y de una energía notable. Los sabores evolucionan largamente sobre frutas negras, mina de lápiz, chocolate negro y una trama mineral muy pura que firma el terroir del Enclos. El final es interminable, fresco, armonioso, dejando una impresión de profundidad y tensión rara. En la mesa, acompaña perfectamente una costilla de res madurada, un caza asada, un pato salvaje, un tournedos Rossini o un queso curado como un comté de más de treinta meses.
Variedades: cabernet sauvignon, merlot, cabernet franc.